La situación económica de Mislata es muy preocupante. Así se puede ver y comprobar en el dossier presentado por el equipo de gobierno del ayuntamiento, donde las deudas acumuladas de la anterior legislatura tendrán mucho peso sobre el presupuesto. Pero no es menos cierto que la solución que propone el equipo actual, hacen dudar, y mucho, de que la situación vaya a mejorar.
Como siempre, la conclusión es recortar y recortar. Y es llamativo que todo lo que se critica desde el PSOE en la oposición en el gobierno de España, se esté planteando en el PSOE municipal. Y es que cualquier plan de saneamiento y ajuste económico y financiero no se sostiene si la principal partida se basa en la austeridad, sin hablar de buscar una reactivación precisamente de lo más importante, el apartado de ingresos.
Desde la izquierda es lo que se viene diciendo, lo que se viene argumentando. Pero parece ser que este socialismo de Mislata comulga más con el actual neoliberalismo que incluso con la propia socialdemocracia, y eso se lo deben hacer mirar.
En el apartado de ingresos, sorprende, como el gobierno de Bielsa toma como una baza importante en este concepto, el alquiler de las plazas de aparcamiento. Unas plazas alquiladas entre 30 y 50 euros. Si se alquilaran todas solo llegaría, con suerte, a cubrir los gastos de mantenimiento. Precisamente, el alquiler de los aparcamientos se planteó como un servicio al ciudadano y no como un negocio redondo para el ayuntamiento. De nuevo, muy poca seriedad.
En otro concepto se encuentra también la subida de impuestos al comercio de Mislata, donde se aumentan las licencias de apertura en un 25% y la colocación de terrazas, conceptos por los cuales ya supone un gasto importante para los emprendedores. Y quizá si la situación de Mislata fuera otra, esto pudiera producirse, pero vivimos en una ciudad donde el pequeño comercio es el pilar fundamental y exclusivo de su economía. Vivimos en una ciudad donde no existe ni turismo ni industria. Por tanto considero que esta medida lo único que puede provocar es ahondar más en el problema económico de Mislata. Precisamente, lo que funciona no hay que recortarlo, hay que fomentarlo, y existen en Mislata muchas ventajas para ello debido a la alta densidad poblacional, densidad de locales comerciales, e incluso la colocación estratégica del metro o del recién inaugurado aparcamiento de Músico Ibars.
Y por otro lado está el tema del personal del ayuntamiento. Y aquí es difícil pronunciarse, al menos hasta que las negociaciones que están llevando a cabo los sindicatos de los trabajadores y el propio ayuntamiento lleguen a algún acuerdo, o a algún desacuerdo. Quizá un trabajador pueda entender en un momento dado, que debido a las necesidades economicas y a una situación financiera puntual, puedan optar por rebajar alguna de las partidas de su sueldo, pero sin la transparencia necesaria, estas rebajas se hacen muy difíciles de tolerar. Cuando no se conocen ni se tiene acceso público, a ciertas partidas de los equipos de gobierno, como sueldos o gastos de caja, no creo que alguien pueda estar receptivo en las negociaciones.
Puede haber recortes, pueden ser causa de gobiernos actuales o de anteriores, pero de nada sirve un plan de ajuste y saneamiento si no se acompaña de un plan de desarrollo, y eso en Mislata, no existe.
Como siempre, la conclusión es recortar y recortar. Y es llamativo que todo lo que se critica desde el PSOE en la oposición en el gobierno de España, se esté planteando en el PSOE municipal. Y es que cualquier plan de saneamiento y ajuste económico y financiero no se sostiene si la principal partida se basa en la austeridad, sin hablar de buscar una reactivación precisamente de lo más importante, el apartado de ingresos.
Desde la izquierda es lo que se viene diciendo, lo que se viene argumentando. Pero parece ser que este socialismo de Mislata comulga más con el actual neoliberalismo que incluso con la propia socialdemocracia, y eso se lo deben hacer mirar.
En el apartado de ingresos, sorprende, como el gobierno de Bielsa toma como una baza importante en este concepto, el alquiler de las plazas de aparcamiento. Unas plazas alquiladas entre 30 y 50 euros. Si se alquilaran todas solo llegaría, con suerte, a cubrir los gastos de mantenimiento. Precisamente, el alquiler de los aparcamientos se planteó como un servicio al ciudadano y no como un negocio redondo para el ayuntamiento. De nuevo, muy poca seriedad.
En otro concepto se encuentra también la subida de impuestos al comercio de Mislata, donde se aumentan las licencias de apertura en un 25% y la colocación de terrazas, conceptos por los cuales ya supone un gasto importante para los emprendedores. Y quizá si la situación de Mislata fuera otra, esto pudiera producirse, pero vivimos en una ciudad donde el pequeño comercio es el pilar fundamental y exclusivo de su economía. Vivimos en una ciudad donde no existe ni turismo ni industria. Por tanto considero que esta medida lo único que puede provocar es ahondar más en el problema económico de Mislata. Precisamente, lo que funciona no hay que recortarlo, hay que fomentarlo, y existen en Mislata muchas ventajas para ello debido a la alta densidad poblacional, densidad de locales comerciales, e incluso la colocación estratégica del metro o del recién inaugurado aparcamiento de Músico Ibars.
Y por otro lado está el tema del personal del ayuntamiento. Y aquí es difícil pronunciarse, al menos hasta que las negociaciones que están llevando a cabo los sindicatos de los trabajadores y el propio ayuntamiento lleguen a algún acuerdo, o a algún desacuerdo. Quizá un trabajador pueda entender en un momento dado, que debido a las necesidades economicas y a una situación financiera puntual, puedan optar por rebajar alguna de las partidas de su sueldo, pero sin la transparencia necesaria, estas rebajas se hacen muy difíciles de tolerar. Cuando no se conocen ni se tiene acceso público, a ciertas partidas de los equipos de gobierno, como sueldos o gastos de caja, no creo que alguien pueda estar receptivo en las negociaciones.
Puede haber recortes, pueden ser causa de gobiernos actuales o de anteriores, pero de nada sirve un plan de ajuste y saneamiento si no se acompaña de un plan de desarrollo, y eso en Mislata, no existe.
Raul Berlanga