Hace apenas dos semanas tuve la oportunidad de asistir al acto de clausura de la  edició del concurs de teatre Vila de Mislata. 29 ediciones de un certamen sobre cuyo escenario han pasado cientos de actores defendiendo la cultura en valencià, nuestra lengua autóctona. Resulta paradógico, cuanto no menos indignante y entristecedor asistir al declive aparente de un festival que va camino de cumplir 30 años, tras haber sido considerado como el concurs mes prestigiós de teatre en valencià a tot el Pais Valencià; después de ver en televisiones tanto públicas como privadas a algunos actores valencianos como Nelo Gómez, ya consagrados en el sector audiovisual, y que han pasado por el escenario de nuestra Casa de la Cultura; después de ver la falta de apoyo institucional, social y económico que esté a la altura de tan prestigioso certamen. Y comento esto desde la incomprensión y la preplejidad. Después de saber que la corporación municipal se gasta en torno a 6.000 € sólo en retribuciones económicas a los 21 concejales que la componen por la asistencia a cada uno de los plenos municipales, y únicamente exista una dotación económica de 6.500 € (a repartir en 3 premios) más  1.000 € aportados por la Acadèmia Valenciana de la Llengua. Después de oir que hay que realizar unos presupuestos austeros y apretarse el cinturón para “reducir la deuda que nos ha dejado el anterior gobierno”, y ver como se recorta en cultura (o simplemente no se fomenta lo conveniente) u otros servicios, y sin embargo no se solicita un estudio para reducir una partida como la del gasto en electricidad del municipio, que viene a ser una de las facturas más abultadas a pagar por un ayuntamiento. Después de leer en la página web de cultura del ayuntamiento de Mislata la siguiente reseña: “Mislata inicia ahora una nueva etapa donde la cultura será un referente, un signo de distinción y una ventaja para continuar incentivando la formación intelectual y la sensibilización cultural de la ciudadanía”.
Creo que es necesario que se tomen medidas reales de austeridad para afrontar la crisis económica en la que nos vemos envueltos, pero no recortando en cultura en valencià. A fin de cuentas, por pocas razones Mislata es marca con identidad propia, y considero una negligencia por parte de todas las instituciones, no promocionar, como se debiera, un certamen de teatre en valencià de cuya realización deberíamos estar mucho más que orgullosos como pueblo.

“La Cultura es la llave maestra que abre las puertas de la abundancia y hace a los pueblos.”

Frederic Pla Escudero
COMPROMÍS per Mislata